Existen varios estudios que sugieren que el establecimiento de metas y objetivos es parte de un deseo universal de expansión y crecimiento personal. El cambio de año proporciona un sentido de renovación y optimismo. La idea de comenzar de nuevo puede inspirar a las
personas a dejar atrás hábitos no deseados y afrontar el futuro con una perspectiva positiva. Muchos de nosotros planteamos resoluciones de año nuevo como por ejemplo; comer mejor, hacer más ejercicio, organizarnos, gastar menos dinero, etc. Desafortunadamente, varios estudios sugieren que la mayoría de estas resoluciones no se cumplen. Pero no tiene por qué ser así.
Transformar tus resoluciones de año nuevo en hábitos duraderos implica cambiar tu enfoque de metas a corto plazo a un compromiso a largo plazo. El éxito de las resoluciones de año nuevo está influenciado por una combinación de factores psicológicos, motivacionales y de apoyo, aquí hay 5 pasos que puedes seguir para convertir tus resoluciones en hábitos:
- Establece metas reales:
Define metas específicas y realistas que se alineen con una intención o propósito. Esto te ayudará a tener claridad sobre lo que estás trabajando y permitirá que te mantengas enfocado en acciones concretas para alcanzarlas. Evita establecer objetivos demasiado ambiciosos que puedan resultar abrumadores.
- Desglosa tus metas en acciones fáciles:
Cuanto más fácil sea realizar una acción, más probable será que la conviertas en un hábito. Introduce las acciones de manera gradual en lugar de intentar hacer todo de una vez. Esto facilita la adaptación y ayuda a evitar la sensación de abrumo. Utiliza recordatorios diarios o
semanales para mantenerte enfocado en tus objetivos, como aplicaciones o alarmas en tu teléfono.
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- Evalúa y modifica regularmente:
Programa momentos regulares para evaluar tu progreso y modifica tu plan según sea necesario. Las circunstancias y tus prioridades pueden cambiar, por lo que es importante adaptarse. Ajusta tu entorno, elimina barreras para realizar acciones positivas y favorece los hábitos que deseas adoptar.
- Aprende de los contratiempos:
Es normal enfrentar obstáculos. Aprende de ellos en lugar de desanimarte. Reflexiona sobre las razones detrás de los contratiempos y ajusta tu enfoque según sea necesario. Adopta la mentalidad de mejora continua. La clave es el progreso, no la perfección.
- Celebra los pequeños logros:
Encuentra maneras de hacer que la realización de tus hábitos sea gratificante y divertido. Experimenta con recompensas que refuercen positivamente tus acciones para aumentar la probabilidad de que las repitas. Comparte tus objetivos con alguien para aumentar tu motivación y mantener tu compromiso con los hábitos que estás tratando de integrar a tu rutina.
Recuerda que el cambio de comportamiento lleva tiempo y paciencia. Al seguir estos pasos y comprometerte con el proceso, estarás más cerca de convertir tus resoluciones de año nuevo en hábitos duraderos.
Si necesitas apoyo para plantear tus resoluciones o no sabes por dónde empezar, acude a terapia. Ahí podrás comprender mejor tus intenciones y desarrollar un plan de acción para generar hábitos. La terapia es un lugar seguro de autoexploración donde encontrarás muchas cosas que podrás trabajar para vivir una vida más auténtica.
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