Empezar nuestras mañanas agradeciendo por lo que tenemos ha demostrado ser una clave para que el resto de nuestro día se desarrolle de la mejor manera. Por eso, en este artículo Doménica Cobo y Estefanía S. Bardellini, nos cuentan sus rutinas de la mañana en las cuales la gratitud siempre se ve presente.

Doménica Cobo: abogada en libre ejercicio, asociada de la firma ECIJA GPA. Ejerce su profesión en conjunto con el activismo social. 

Estefanía S. Bardellini: maquilladora pro especializada en Londres. Experta en maquillaje de novias.

Estefi: 

  1. Al despertar haz una oración de agradecimiento. Puedes repasarla en tu mente o escribirla en un diario si así lo deseas. Yo escucho “10 mins con Jesús” en Spotify y al hacer esto, completo también el paso 2.
  2. Escucha un programa, un vídeo o una canción que te ayude a sentirte bendecida. Lo que intentamos con esto es que tu cuerpo se acostumbre a esa sensación de gratitud y pueda reconocerlo en distintos aspectos de tu día. 
  3. Consume contenido en redes que te motive, te alimente y no te genere envidia. Mis cuentas favoritas son: @danielhabif, @thefishermen.es y @sadhguru.
  4. Se recíproc@ y completa el ciclo de la gratitud. La vida te da bendiciones, de las cuales nace tu gratitud y tú puedes devolver esa magia a los demás. Mi esposo y yo tenemos una práctica que es sencilla y funciona a diario: En el auto guardamos paquetes de galletas, que regalamos a quien se acerca a pedir limosna, a limpiar los vidrios, o a vender cositas en la calle, incluso a quienes nos ayudan en el parqueo. 

Dome:

La mañana para mí es como el inicio del todo y si bien, no todas las mañanas son idénticas o ideales, a continuación les comparto mi rutina. 

  1. Pedirle al universo por mi día y arreglar el cuarto (lo mejor posible), es lo mejor para el inicio del día porque me transmite una sensación de pulcritud y orden. 
  2. Hacer ejercicio me llena de energía y vitalidad. Normalmente hago una rutina de HIIT online.
  3. Una ducha, con agua caliente, cremita en el cuerpo, que necesita mucha humectación en días fríos.
  4. Desayuno y a la oficina. A seguir el día y a cumplir mis sueños. Como les decía , a veces la jornada demanda cambios, madrugones, días más cansados y más pesados, pero siempre, siempre, con gratitud y bendición. 
  5. Para sobrellevar los días difíciles intento respirar, desconectarme del trabajo y leer mucho.

Te dejamos diferentes prácticas que puedes empezar a emplearo a reforzar en tu vida diaria para que tus días se sientan más plenos, libres y sobre todo llenos de gratitud.